sang.Frente a la intoxicación, un perro decidido convocó sus últimas reservas de fuerza, reuniéndose con urgencia para buscar ayuda y salvar a sus vulnerables cachorros.

Ella era madre de 6 cachorros recién nacidos. Después de dar a luz e intentar localizar comida, fue envenenada. Alguien escondió comida envenenada debajo de un vehículo donde parió, quedando atrapada. Consumió esa comida envenenada.

Un niño vio a Luna en una situación crítica, esperó a que la persona mayor (quien dejó la comida) se fuera y llamó al refugio para perros Prishtina. Llegaron rápidamente; Luna respiraba terriblemente, pero aún así levantó la cabeza suplicando que preservaran a sus cachorros. El veterinario de la voluntaria le administró una inyección urgente para salvarla.

La llevaron al refugio para perros de Prishtina, para reunirse con sus hijos. Aunque estaba débil, necesitaba descansar, pero estaba bien. Al día siguiente, Luna estaba lista para sus primeras inyecciones, necesarias para su salud y la de sus cachorros. Aunque preocupada, se comportó muy bien.

Al siguiente día, el veterinario la revisó y todo estaba bien. Luna estaba bien porque sus hijos eran muy pequeños y no estaban listos para ser adoptados. Estaba emocionada al ver a sus cachorros.

Era amigable; obviamente, no era una perra callejera; alguien la abandonó. Algunas buenas noticias en su lugar: Nikita y Luna (huérfanas descartadas y rescatadas el día anterior a Luna) seguían a Luna, quien les permitía amamantar aunque no fueran sus cachorros. ¿No es una madre maravillosa?

Luna y sus cachorros fueron adoptados en su hogar permanente después de solo 10 días en el centro. Una familia amorosa en Los Ángeles, que Luna se merece.